El Premio Nacional de Ciencias Exactas y miembro de CAPDE, se reunió con estudiantes de séptimo y octavo básico, quiénes se mostraron sorprendidos por la dimensión que tienen las matemáticas.
Una interesante invitación, en el marco de la celebración del aniversario de los cincuenta años de la emblemática Escuela Villa Santa Elena, ubicada en la comuna de El Bosque, recibió el académico de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Análisis no Lineal & Ecuaciones Diferenciales Parciales (CAPDE), Manuel del Pino.
Según comentó la encargada de convivencia del establecimiento y gestora del encuentro, Elena Ogaz. “La invitación surge por el contexto donde se encuentra ubicada la escuela y la desmotivación que vemos muchas veces en los estudiantes, principalmente respecto de las matemáticas”, señaló.
Durante la jornada, que reunió a alrededor de 60 estudiantes, directivos y profesores, el académico presentó parte de su trabajo en el Centro de Investigación, CAPDE, correspondiente a Iniciativa Milenio.
“Fue muy interesante dialogar con los niños de la Escuela Villa Santa Elena. Les mostré el video de CAPDE, el cual muestra al espectador que la matemática conduce a descripciones simbólicas, con tremendo sentido y profundidad de la realidad y sus modelos. Y de cómo esto conduce, tanto a los cristales líquidos en la pantalla de un celular, como al diseño aerodinámico o a modelos de predicción del clima o difusión de enfermedades. Quise enfatizar en este concepto de la matemática tras la realidad”, dijo el matemático.
Cabe destacar, que la Escuela Villa Santa Elena, por estos días celebra su aniversario número cincuenta, levantada por primera vez en el tiempo del Presidente Frei Montalva, en esta población producto de una “toma» y cuyo índice de vulnerabilidad supera el 85%. Es por esto, que adquiere mayor relevancia este tipo de visitas y charlas motivacionales. Así lo destacó Elena Ogaz.
En tanto, Manuel del Pino destacó que “el esfuerzo por rescatar la historia y dignidad de esta escuela me pareció muy valioso. Fue una experiencia muy interesante. Santiago tiene muchos ghetos y para el establecimiento, que vaya gente que le muestre a los chicos que hay otro mundo muy cerca en el que pueden desarrollarse, y que con tesón y estudio lo pueden tener al alcance de su mano, es el mensaje que intenté traspasar. En suma, una experiencia emotiva y de aprendizaje mutuo”, recalcó el investigador.